La casa de "el monstruo" de Iztapalapa

México amaneció horrorizado al descubrir que tiene un monstruo como el de Austria pero en uno de los barrios más pobres y violentos de la capital azteca. Se trata del taxista de 34 años Jorge Antonio Iniestra Salas, el 'monstruo de Iztapalapa'. El hombre fue detenido por secuestrar y violar a sus dos hijastras, con las que tuvo cinco hijos, y por asesinar a una de ellas y a su bebé, al que le hizo tomar leche del cadáver. Otros cinco familiares, entre ellas la madre de las jóvenes y un adolescente, están detenidos por complicidad. La historia de horror fue denunciada por su pareja, Clara Tapia Herrera, pero siete años después de comenzado el calvario. Clara tenía entonces 39 años y tres hijos, dos chicas, de 14 y 12, y Ricardo, de 13, cuando en 2004 se enamoró perdidamente de Iniestra, entonces de 27. Lo invitó a compartir la vivienda de la conserjería de la escuela de Primaria Manuel Tello, a las afueras de la capital. José Antonio sedujo a las hijastras y convenció a Clara para que las tres fuesen sus esposas, mientras que al único hijo varón lo obligaba a trabajar y darle dinero a diario. Si no cumplía la pactado, lo ataba en la azotea y lo dejaba allí toda la noche. El director de la escuela denunció la presencia de un hombre en los baños de los estudiantes e incluso que Ricardo dormía en el tejado, pero no se percató de la existencia de las menores secuestradas en su propia casa entre 2007 y 2009. Hace dos años, Iniestra las sacó para evitar complicaciones ante posibles investigaciones. Las trasladó a Iztapalapa, la insalubre vivienda de su propia madre en la que vivían 16 personas, incluidos otros ocho menores. De allí fueron rescatadas después de que Clara, que ahora define a Jorge Antonio como «manipulador y chantajista», lo denunciase. La mujer no solo ha perdido a su hija y a un nieto en 2009 a causa de los malos tratos de su pareja sino que está a punto de perder a una «nietastra» de tres meses ingresada con traumatismo craneoencefálico causado por los golpes de su verdugo. La Policía rescató ayer a las seis víctimas; una mujer de 21 años, su hermano, tres niños, de 2, 4 y 5 años, y un bebé de tres meses -todos hijos de Iniestra-, quien fue hospitalizado de inmediato por los golpes recibidos. A diferencia del austriaco Josep Fritzl, conocido como el 'monstruo de Amstetten', el taxista mexicano no se tomó demasiado trabajo para ocultar a sus víctimas en habitaciones secretas. Su método era, simplemente, el palo. En una ocasión que una se asomó a la ventana Iniestra la molió a golpes y la mató. Luego le colocó al bebé -su hijo- al pecho y lo asfixió. Metió ambos cadáveres en una bolsa de plástico y la guardó durante un mes debajo de la cama hasta que los tiró al borde de la autopista. La Fiscalía General de Justicia local (PGJDF) asegura que Jorge Antonio Iniestra se sentaba ante la mesa de la vivienda y obligaba a las niñas a realizarle sexo oral y luego vaciaba su semen en un vaso para que lo bebieran. Al ser trasladado a prisión, el acusado dijo que «no estoy loco, cínico sería la palabra precisa».

• 2011-09-09T19:09:21+00:00
• Duración: 03:37

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